Jamila Salimpour
La danza Tribal Americana tal y
como la conocemos hoy en día, ha sido formalmente definida por Carolena
Nericcio, pero sus orígenes se remontan un poco más allá. Dejando a un lado
todas aquellas danzas folclóricas que se bailaban en grupo y que son la clara
inspiración; se considera que la creadora de este estilo es Jamila Salimpour, la cual empezó a
enseñar danza oriental a principio de los años 50, tras haber recopilado pasos
gracias, por un lado, a las descripciones que su padre le hacía de las
bailarinas ghawazee de Egipto, y por el otro, de los movimientos que veía hacer
a su casera egipcia, así como de las películas egipcias que la llevaba a ver.
Jamila Salimpour
Para que se desarrolle una danza
como el tribal americano, fue necesario un proceso de evolución de la danza oriental
en Estados Unidos. Fueron varios años e involucró varios hechos, causalidades
que hicieron que hoy día exista esta nueva forma de bailar, con la filosofía
que la envuelve y la estética que la caracteriza.
Allá en la década de 1920 nace
Jamila, hija de inmigrantes sicilianos, su padre fue parte de la marina y
recorrió Egipto, Siria y Túnez. De allí lleva para su familia discos de música de
Medio Oriente lo que despierta en Jamila la semillita de la danza oriental,
antes de su nacimiento se descubre la tumba de Tuntankamón y se despierta la
fiebre de lo egipcio; tanto en el arte como en las películas comienza a llegar a
occidente toda la belleza de oriente medio.
En su infancia su padre le
contaba cómo eran las bailarinas ghawazee de Egipto, hay registros de cartas de
él describiendo su apariencia, como se realizaba una actuación callejera, sobre
una alfombra con tres músicos y los movimientos que realizaba. Ella trataba de
imaginarse todo y bailar, quería bailar como ellas. Desde muy pequeña demostró
un gran interés por lo artístico y dramático y a los 16 años se une al circo de
los hermanos Ringling, donde actúa en varios números. De aquí desarrolla su
idea de entretenimiento en la danza.
En su juventud tenía una ama de
llaves egipcia, la señora Takorian; en los cines solían proyectar una vez al mes
un ciclo de películas egipcias, donde iban juntas, y veían unas 3 películas seguidas.
Allí conoció la danza oriental, viendo a Tahia Carioca y Samia Gamal y empezó a
bailar en su casa, tratando de recordar todos los movimientos con música de
Abdel Wahab y Farid Al Atrash. La señora Takorian la acompaña en todo su
aprendizaje, la anima a bailar hasta tal punto de hacerle un traje de seda y
chiffon y acompañarla a hacer sus primeros shows en cumpleaños y otros festejos
de la comunidad Armenia.
En la década de los ‘50 se abren
algunos clubes con artistas de Medio Oriente como el “Fez” con bailarinas de
Egipto y también “Shaker´s Oasis” con bailarinas de Turquía en Chicago. En Fez
conoce a Zenouba y Maya Medwar, estas bailarinas repetían siempre las mismas
rutinas y Jamila pudo comenzar a catalogar los pasos, a observar la técnica, a
agregar movimientos a su repertorio.
El primer club que la contrata
como bailarina Oriental fue The Greek
Village de Hollywood. Jamila empieza a enseñar danza oriental encima del
restaurante Fez, pero al no haber estudiado de manera formal, (no había
profesores ni mucho menos escuelas) no sabía cómo transmitir sus conocimientos,
solo ponía el disco y bailaba delante de las alumnas, lo que creaba grandes
confusiones e incomodidades… necesitaba crear un vocabulario, algo similar al
de la danza clásica, un método.
Jamila detalla en una entrevista
los movimientos que conoció viendo diferentes bailarinas: Aisha de Turquía
realizaba una vibración de cuerpo entero y pivots, Soraya de Marruecos bailaba
siempre con un vestido tipo baladi balanceando un jarrón sobre su cabeza,
Fátima Akef bailaba sobre copas de agua con su loro en el hombro; Nagris hacia
el mejor bellyroll y su gran final consistía en continuos choo-choos, Fátima
Ali hacia un shimmy 4/4 en media punta y era una Ouled Nail, Tabora Najim
demostró la caída turca y el flutter (movimiento de vibración con el abdomen)
y su rutina de velo era coreografiada.
Cuando Jamila reconocía los
pasos y sus variaciones los relacionaba en una “familia” de movimientos, como
por ejemplo, familia Árabe, Turca, Egipcia, etc… Como bailarina introdujo como
innovación su especialidad de solo de Finger Cymbal (crótalos, chinchines) y
shimmy a capela, con su ropa llena de monedas usado como instrumento musical,
donde hacia 4/4 shimmy, choo choo y shimmy 3/4.
En 1958 se divorcia nuevamente y
comienza a bailar en Bagdad Café y
durante varios años también fue propietaria del mismo, siendo la que organizaba
los shows de las bailarinas que seguían viajando desde oriente. Allí conoce con
Ardeshir Salimpour, un percusionista persa, dulce y cariñoso, que al casarse le
prohíbe bailar en público.
En el 65, ya establecida como
profesora, confecciona vestuario para bailarinas y queda embarazada de Suhaila.
Da clases en un estudio en su casa y allí es donde comienza a dilucidar como
partir los pasos para enseñarlos, y comienza a trabajar en su catálogo y su
notación de patrones de toques de zagat, creando diversos patrones para
enriquecer la música y acompañar la danza. Analizó y desarrolló diferentes
maneras de tocar los crótalos, y llamó al modelo de D-I-D “longa” (figura
musical histórica), dice que es un modelo turco, y que el modo de tocar
alternado es egipcio pero que es más limitado y menos cómodo para tocar.
Más tarde Jamila publica el
libro Finger Cymbal Manual. Su
forma de enseñar se transforma y pasa de no hablar mucho en sus enseñanzas, que
en un principio son más por imitación, a ser una maestra que verbaliza todo lo
que el cuerpo debía realizar y que debía sentir, observa de donde proviene
(muscularmente) cada movimiento y explica a sus alumnas los pasos de esta
manera, dándoles un entendimiento intelectual y personal, lo que hace que no se
aprenda por imitación sino por experiencia.
En esos tiempos comenzaba a ser
muy popular entre los jóvenes la The Renaissance Pleasure Faire (Feria del
Renacimiento) en California, donde muchos hippies y gente de la cultura pop encuentra
su lugar, actuando o vendiendo sus artesanías; algunas estudiantes de Jamila se
presentaron para bailar en la feria, y los organizadores acabaron pidiéndoles
que crearan un show de media hora para realizar 3 pases al día; y así es como
Jamila Salimpour crea su compañía Bal
Anat en 1968, que se presenta sin interrupciones en la feria hasta 1975.
Trabaja al lado de diferentes bailarin@s tradicionales como las argelinas y sus
habilidades con el vaso de agua y los bailarines de la olla de Túnez.
Bal-Anat
Crea esta compañía con el objetivo de organizar
actuaciones en las ferias; una especie de mercados medievales al aire libre con
representaciones teatrales, música en vivo, comida, recreaciones históricas,
etc, realizando la puesta en escena basándose en pinturas y fotografías
antiguas. Sus estudiantes
representaban a músicos marroquíes y egipcios, bailarinas ouled nail de
Algeria, bailarinas turcas y bailarinas con bandeja. Se les definió como Estilo
Tribal Americano debido a la fusión étnica y a que ajustaron su show al público
americano.
Su show era el más famoso de
toda la feria ya que incluía 40 artistas en escena, con músicos con mizmar,
darbouka, tabl, deff, zagat, y con vestuarios que recreaban distintas estéticas
de etnias orientales, con turbantes, ojos bien delineados, con tatuajes
faciales, túnicas, babuchas rayadas, joyería de plata antigua, collares con la
mano de Fátima… se veían con un look tribal y antiguo, llenos de color.
Recreaban danzas de Túnez, Argelia, Marruecos, India, Turquía y Egipto,
interpretaban danzas en solos o grupos y a lo largo del tiempo fueron
incorporando elementos tales como bandejas, bastones, espadas, jarrones,
serpiente, máscaras, giros de derviches, acrobacias, kathak y danza oriental
(cabaret style) para el final. Hacían una entrada que se asemejaba a un ritual
y eso es lo que más conmovía y atrapaba al público. Su fin no era ser
intérpretes de danzas auténticas, sino crear un espectáculo que transporte al
público a la antigüedad y a oriente. Por ejemplo su danza con serpiente podía
ser interpretada como un ritual mágico de una sacerdotisa de Creta; al ver el
tapiz de dos ghawazee balanceando espadas, creo una danza para bailar con
sables, que actualmente se sigue usando, pero hasta ese momento no se había
visto.
De esa compañía de corte
folklórico salieron numerosas bailarinas como Katarina Burda, Masha Archer,
Malie de Felice, su hija Suhaila Salimpour y el bailarín, recientemente
fallecido, John Compton. Cada uno a su modo han influido a el desarrollo de la
danza tribal.
Suhaila, su hija, nace con un problema en las piernas, digamos que
era muy chueca (de piernas arqueadas), hizo muchos tratamientos e igual los
niños se metían con ella, así que Jamila en cuanto pudo la inscribió en clases
de danza clásica, y gracias a la posición en dehors (posición de danza clásica
con los talones juntos y las puntas hacia afuera) comenzó a pisar bien y no
dejo nunca de entrenarse en ballet y danza jazz.
Cuando creció, estos
conocimientos occidentales dieron al formato de danza de la escuela Salimpour
un nuevo giro. La danza oriental estaba tomando una nueva dirección y Jamila
encuentra en Suhaila su sucesora en la escuela.
Toma clases con Nadia Gamal y
trae una danza oriental más moderna, refinada y con influencias de las danzas
occidentales. Y así de esta manera, la escuela Salimpour crece y ofrece a sus
estudiantes tantos estilos, como danzas tradicionales, danzas con elementos y
danza oriental estilizada.
Suhaila Salimpour
Suhaila siguió formándose junto a su madre y pronto puso su propia escuela
con su propio método, característico por su gran exigencia técnica. Con ella
estudiaron por ejemplo Sharon Kihara, Zoe Jakes, Mira Betz, Amy Sigil, Petite
Jamilla, Rachel Brice, Aziza, Moria Chappell y Kami Liddle entre otras.
Cuatro artistas que fueron el
germen de las generaciones de bailarinas que conocemos actualmente. Existió mucho tráfico de alumnas entre unos
profesores y otros, de ahí que se puedan apreciar influencias de todos en su
danza.
Jamila Salimpour realiza grandes
aportes a la danza oriental en América, desde la nomenclatura de los pasos, los
patrones de zagat, el estudio y comprensión fisiológico de los movimientos, la
enseñanza academizada, la incorporación de elementos no tradicionales como el
sable o la serpiente, y junto a Suhaila la incorporación de técnicas de danza
clásica y jazz a la danza oriental.
Y por otro lado y sin quererlo, crea
la danza tribal con todo lo referente al vestuario de estilo étnico, los
tatuajes faciales, la joyería, turbantes, el hecho de querer representar un
estilo antiguo y justamente tribal, sin la necesidad de ser danzas autóctonas,
las familias de pasos, la incorporación de danzas de la India, el misticismo de
Bal-Anat, la danza llena de zaghareets y el sentido de “clan” o “tribu”.
Jamila y su agrupación
inspiraron a toda una generación de bailarinas norteamericanas de bellydance,
generando así el aumento de la popularidad de la danza oriental-tribal y por
qué no el nacimiento de bailarinas como: Carolena Nericcio, Jill Parker,
Suhaila Salimpour, Rachel Brice, Ariellah, entre otras.