viernes, 26 de enero de 2018

CÓPIAME


          Todo el mundo tiene percepciones distintas de una misma palabra, cosa, situación, significado, arte, lectura, interpretación... y eso está bien, siempre y cuando seas tolerante con el punto de vista de los demás y no quieras imponer tu verdad a toda costa. Porque siento ser yo quien te lo diga, pero ni estás en posesión de la verdad, ni eres Dios (que por cierto, no existe).

          Hace un tiempo tuve una conversación sobre el tema copia/plagio; en este caso a la otra persona le convenía utilizar el término copiar de manera negativa, como plagio. Voy a explicar lo que para mí significa copiar, y no sólo en sentido literal, sino  también la intención o finalidad con la que se copia.

          Hoy en día está todo inventado, así que no vayas vendiendo por ahí que eres el primero en hacer esto o lo otro. Nadie ha creado desde la nada y no se puede pretender que las ideas de uno sean exclusivas. todos copiamos en nuestro día a día, de lo que vemos, leemos, vivimos, de lo que sabemos, de lo que nos dicen, de lo que escuchamos y de lo que sentimos.

          Ahora bien, hay formas y formas de copiar y ahí entra en juego la intencionalidad del que copia; y muy a mi pesar, también entra en juego la interpretación del que es copiado (aunque éste, a su vez, sea un copiador).

          La copia servil o plagio es la copia textual o fotocopia de ideas u obras ajenas, que uno se las atribuye como propias, sin revelar la fuente, incluso sin reconocer que ha tenido una fuente de la que copiar.

          Copia inteligente o plagio ideal consistente, se trata de una copia disimulada, reforzada y alterada en lo superficial de la obra o la idea, manteniendo la esencia de la original.

          La copia subrepticia es directamente la falsificación, que intenta pasar como suya la idea/obra ajena, cogiendo la original y firmandola como propia (lo vivido por muchas mujeres a lo largo de la historia, en donde sus ideas, libros, pinturas, poesías, recetas, esculturas, canciones, etc. han sido firmadas por sus padres, maestros, amantes, esposos y demás falsificadores).

          Y la copia leal reconociendo de donde fue copiada, o imitada, o inspirada, o transformada, ésta es la copia con la que yo me quedo, la copia honesta, en donde se reconoce la fuente, tanto si copias, como si te inspiras, transformas, desarrollas, llegando a ser una copia creativa.

          Y aquí llega la otra parte, la parte copiada, que con vuestro permiso y con una percepción muy personal, prima el yoísmo, divismo, egoísmo, egocentrismo... donde se patentan y registan las ideas que han sido copiadas de alguna manera de las ya existentes, incluyendo la famosa (R) de Registrado o la (C) de Copyright.

          Letras que dan derecho a cobrar sin sentido... uso la tabla de multiplicar y espero que los descendiente de Pitágoras no me cobren cada vez que la uso, visto con flecos y espero que los indios americanos no me cobren por ello, me llamo Eva y por el diablo y por todos los infiernos espero que no me cobren cada vez que alguien me llame por mi nombre (Evas hay muchas, no es exclusivo mío, y por supuesto no lo pienso registrar... es más me encanta encontrarme con una tocaya y que mis amigas le pongan Eva a sus hijas... eso es plagiarrr???).

          Si, si, lo que tú digas, ideas inspiradas, transformadas, desarrolladas, pero al fin y al cabo copiadas; y esto no está mal, todo lo contrario, está genial; pero si vale para ti, también vale para mi.

          Copiar diciendo la fuente es halagador... así que, cópiame!, cópiame cuando visto con calaveras, cópiame cuando bailo con quimonos de flecos, cópiame cuando como verduritas varias, cópiame el nombre, cópiame el tatoo, cópiame la música que escucho, cópiame las fotos que hago, copiameee y di la fuente, que para ti soy yo, pero para mi son otras y así sucesivamente!


No hay comentarios:

Publicar un comentario