miércoles, 20 de abril de 2016

DANZA ORIENTAL VI


Entre guerras

En las décadas de 1920 y 1930 se desata en todo el mundo una auténtica fiebre por todo lo relacionado con Oriente que en la danza se traduce en algunos de los movimientos del charlestón. También en el vestuario, donde las “flappers” toman prestada la estética de la danza oriental con faldas de flecos de pedrería que marcaban atrevidamente el balanceo de las caderas.
                               

Flapper

La modernidad se tradujo en la apertura de salas de revista, teatros a modo europeo, y las intérpretes dejaron de actuar en grupos de bailarinas para convertirse en artistas individuales.

Old School Bellydancer

Badia Masabni, libanesa de origen cristiano y que había sido bailarina, abre el primer cabaret, el Casino Opera, en el Cairo. Un lugar occidental donde había música, danza, revista, magia y espectáculo; innovando con movimientos de brazos clásicos de Isadora Duncan y Ruth Dennis, con desplazamientos por todo el escenario y el uso abundante del velo; incorporando ritmos tradicionales del mediterráneo y la robustez de un mayor número de intérpretes.
                                     

 Badia Masabni

Con el Casino Badia comienza la época dorada del bellydance: Badia Masabny, conocida como la madrina del "Bellydance", tuvo una profunda influencia en el desarrollo de lo que hoy conocemos como Raqs Sharqi, tanto por las novedades que introdujo como por su visión y su fuerza para crear una plataforma de difusión para las artes egipcias.

 Nace en Damasco, Siria en 1894. Fue violada siendo niña y su familia tuvo que emigrar para huir de lo que se consideraba una humillación. Se trasladan a Argentina, donde Badia descubre el canto y la danza. Años después la familia regresa, pero les persigue el estigma de la violación y no consigue casarse.

 Badia huye de su pasado a Beirut. Pronto se dará cuenta de lo difícil que era para una mujer conseguir un trabajo digno. Para no tener que vender su cuerpo, decide centrarse en su faceta artística para conseguir trabajo. Su familia nunca llegará a aprobar su profesión, llegando al punto de un intento de asesinato por parte de su hermano por "defender el honor de su familia".

                Empezó a trabajar en el teatro, como actriz y awalim, combinando canto, danza y tocando los zagats. Tras trabajar con diferentes compañías, en 1921 se une a la al-Rihany's troupe, donde llegará a ser famosa como actriz cómica. Allí entabla una relación tanto profesional como sentimental con el actor, dramaturgo y director de la compañía, Nagib el-Righany. El matrimonio durará tan sólo 2 años, pero gracias a esta relación, Badia aprenderá acerca del desarrollo y la gestión del teatro.


 Al-Rihany’s Troupe

En 1926, abre su propio local en la calle Imad al-Din, famosa en el momento como centro de entretenimiento por sus clubs y salones de baile. El casino Badia fue un éxito rotundo gracias a su visión para los negocios y su talento para la programación.

 Creó una compañía de danza y su propio show. En él había danza y canto, monólogos, comedia, etc., con números tanto árabes como europeos. Ella también actuaba, cantando y tocando los zagats, arropada con una línea de coristas detrás de ella. Cerraba el programa con una gran presentación de danza egipcia.

 En 1935 produjo y protagonizó una película, Malikat al-masarih (La Reina de los teatros) que resultó un estrepitoso fracaso. Este revés financiero hizo que tuviese que vender el casino a una de sus bailarinas, Beba Izz al Din. Se declaró en quiebra e inició una gira por el Alto Egipto con su troupe. (Una jovencísima Tahia Carioca formaría parte de esta gira).

             En 1940, ya recuperada de aquel contratiempo, se hizo con mayores instalaciones en la Plaza de la Ópera de El Cairo, fundando el "Casino Opera". Un ambicioso club nocturno con sala de cine, teatro, discoteca, bar, restaurante y terraza con jardín. El éxito fue absoluto. El espectáculo estaba adaptado a los gustos europeos y de clase alta, muy de estilo Hollywood o de los espectáculos de variedades europeos. El Casino Ópera tenía un escenario giratorio y llegó a tener hasta 500 empleados. Además de los espectáculos nocturnos, también ofrecía shows especiales sólo para mujeres. El edificio tenía tres pisos.

                El salario inicial de las bailarinas era de 7 a 10 libras egipcias por mes, y dependiendo de su habilidad y conforme adquirían más experiencia podían llegar a ganar hasta 30 libras egipcias. Para que empezaran a trabajar, Badia les prestaba trajes del casino. Algunas veces Badia Masabni llevaba música y bailarinas a eventos de caridad por los que no cobraba. Junto con su grupo de bailarinas y músicos, fue contratada para más de 4.000 bodas en todo Egipto, eventos por los que cobraba hasta 300 libras por noche más gastos.

                Durante la segunda guerra mundial en su casino llegaron a reunirse tanto oficiales como espías. Por ello, la máquina de propaganda de Hitler halló necesario atacarla acusándola de ser una traidora, una espía peligrosa y agente secreta británica.

 Estas circunstancias coinciden con el comienzo de la Edad de oro del cine árabe, que se extenderá a lo largo de los años 40' y 50'. La industria cinematográfica egipcia producía innumerables películas musicales, al estilo Hollywood, por lo que se necesitaba gran cantidad de músicos, cantantes y bailarinas. Muchas de las bailarinas y artistas que se convertirían en estrellas fueron sacadas del casino de Badia y muchas escenas de las películas fueron filmadas allí. Algunos de estos personajes fueron Farid Al Atrash, Samia Gamal o Tahia Carioca. También les sirvió de plataforma de lanzamiento a actores y escritores.

 En 1951 el gobierno egipcio exigió a Masabny el pago de una gran cantidad de dinero en concepto de impuestos atrasados. De nuevo negocia la venta de su casino que es comprado nuevamente por Beba, aunque se incendiaría un año después. Para evitar el pago que la llevaría a la ruina, escapa al Líbano donde vivió hasta su muerte en 1975.

Con respecto a su influencia en la danza oriental fueron muchos y a diferentes niveles los cambios que se produjeron en la danza. Algunas de las innovaciones de Badia aún perduran hasta nuestros días:
- El término Raqs Sharqi, como conocemos hoy en día a esta danza, se acuñó cuando Egipto fue ocupado por las potencias extranjeras. Traducido como Danza Oriental, se utilizó para distinguir su danza de la de Europa. En el casino de la Ópera encontramos otro término. Según Nelly Mazloom, esta versión del club nocturno se describe como Raqs el Hawanim o danza de las damas, el estilo de las mujeres de clase alta cuando bailaban entre sí en reuniones.
- Cambio de un estilo estático a uno dinámico.
-  Actuación del coro totalmente coreografiada, aunque las solistas improvisaban (Será Naima Akef la primera en coreografiar su solo).
- Aprovechamiento de todo el escenario en lugar de bailar en un solo punto y el uso de coreografías en lugar de la estricta improvisación.
- Incorporación de orquesta con músicos occidentales, lo que produjo: introducción de nuevos instrumentos como el violín o el acordeón; aparición del taxim; aumento en la complejidad de las partituras, que conllevó un enriquecimiento de las interpretaciones.
- Trabajo con coreógrafos occidentales que añadieron elementos de ballet y bailes de salón.
- Formación de las bailarinas a cargo de maestros como Ibrahim Akef.
- Mayor uso de los brazos en las bailarinas (levantarlos y alternarlos)
- Introducción de elementos como el velo, quizá inspirada por uno de los espectáculos de Isadora Duncan en parís a principios de siglo.
- Inspiración en Hollywood para la incorporación del traje de dos piezas.

Bailarinas famosas que surgen del Casino Opera son Tahia Carioca (nombre tomado del baile brasileño, tubo 14 manidos y por sus ideas políticas estuvo en prisión) y Samia Gamal (comienza como chica de coro hasta bailar en solitario, enamorada de un príncipe del Líbano, trabajaron juntos pero por su diferencia de clase social, nunca se casaron; realiza una gira por Estados Unidos y sale en la revista Life, de vuelta a Egipto se casa varias veces).

                Las primeras bailarinas orientales en aparecer en una película egipcia fueron Bamba Kashar y Mary Mansour, en 1926. La película se llamaba Layla, era muda y fue dirigida por el actor Stephan Rosti. Mansour tenía una famosa sala en la calle Mohamed el Din que era una de las principales competidoras de Badia. En Alejandría otra sala de danza, música y monólogos era el casino Camp Shizar, propiedad de la cantante Soad Mohasen e inaugurada en los años 30.

                En el centro nocturno de Badia se formaron algunas de las estrellas de la danza oriental más famosas del siglo pasado, como Hekmat Fahmy (que además fue espía), Beba Ez Eldin (que más adelante le compró el Casino Ópera a Badia), la inimitable Tahia Carioca, la famosísima Samia Gamal (declarada por el rey Farouq la bailarina nacional de Egipto) y su admiradora Nadia Gamal.

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