viernes, 11 de marzo de 2016

DANZA ORIENTAL III


Odaliscas y harenes

De toda esta iconografía que los pintores y literatos orientalistas crearon, nace un estereotipo sobre el papel de la mujer en Oriente Medio, así como la representación de las danzas que todavía hoy está presente en las fantasías populares: se trata de una mezcla de harenes suntuosos, odaliscas seductoras y erotismos basados en fantasías de posesión. El Hollywood de los grandes espectáculos ahondará en estos tópicos en algunas de sus películas. Estos clichés son una distorsión de la realidad.

El harén es una parte de la casa tradicional de Oriente Medio en la que residen las mujeres y también designa al conjunto de mujeres que viven bajo la dependencia de un feje de familia. También es cierto que en los harenes había esclavitud, como en casi todo el mundo, excepto en Europa continente, no en sus colonias.

 
                                               Pintura orientalista de un harén

La bailarina, bailaba en privado para su propia diversión y la de sus amigas y parientes, en su casa. Muchas veces, bailaban en grupo, o con público en visitas y fiestas, empezando a considerarse como un oficio. Muchas veces la bailarina era considerada una prostituta, ya que algunas de ellas ejercían la prostitución, sobre todo la mujeres pobres para su subsistencia y además era muy conveniente para los que estaban al otro extremo de la escala social.

También había bailarines-hombres que actuaban frente a un público masculino, a menudo disfrazados de mujeres, dado que había lugares en que la segregación de sexos fuera del hogar seguía manteniéndose de manera muy estricta.

Es un error pensar que las bailarinas eran mujeres sin formación ni cultura. Al contrario, estudiaban en academias que las formaban en conocimiento musical, oratoria, danza, poesía, etc., siendo así su caché más elevado. En un principio eran esclavas, qaina; sus sucesoras serían las awalin, mujeres libres cuyo nombre significa “las que saben”. Hay que diferenciar entre las ghawazee, bailarinas callejeras que actúan sin público, que tuvieron muchos más problemas con las autoridades que las awalin, expulsadas de Egipto y con la prohibición de bailar en el Cairo por el gobierno islamista de Mohamed Alí. Una de las últimas familias en dedicarse a este tipo de danza gitana de entretenimiento fueron las hermanas Banat Mazin, Khairiya y Rajá.
                                                       
  
                                                          Hermanas Mazin

                Las artistas awalin de la calle Mohammad Ali en el Cairo, famosa además por sus tiendas de instrumentos, fueron desapareciendo y se vieron obligadas a cambiar sus carreras y empezaron a llevar sus negocios junto con los hombres. Fue así como nació la figura de ma’alimah, una mujer que baila, es artista y es su propia jefa. De esa época es la conocida bailarina Shawq, que se cree que bailaba con un pequeño velo que cubría parte de su rostro dejando sólo sus ojos al descubierto.

                Posteriormente apareció Shafiqa la copta, una bailarina cristiana que abrió el cabaret “Las mil y una noches” en El Cairo. Shafika La Copta, nace en el Cairo en 1851, tuvo una educación religiosa y siempre soñó con ser una famosa bailarina. En la adolescencia se escapa de su casa, se junta con un grupo callejero y así es como da sus primeros pasos en la danza, recorriendo los festejos del pueblo y aldeas de El Cairo. En 1871, Shafika, dirige un grupo de cantantes, músicos y bailarinas, logra la fama y el reconocimiento en todo Egipto.

                Su devoción por el cristianismo le dio el nombre de La Copta (el término copto hace referencia a los egipcios que profesan algún tipo de fe cristiana, ya sea en la Iglesia Copta, en la Iglesia Ortodoxa Copta, en la Iglesia Católica Copta o en la Iglesia evangélica copta). Ganó muchísimo dinero gracias a su conocida sala de espectáculos “las mil y una noches” ya que el público era siempre constante. Era la reina de las bailarinas en su época, siempre buscó innovar, renovar su baile y mejorar cada vez más en cada espectáculo que ofrecía. Fue la primera bailarina en utilizar elementos sobre su cabeza a modo de equilibrio como una bandeja, que estaba llena de vasos de agua; también fue la primera en usar un klob (una especie de linterna, con una llama encendida) durante un cortejo nupcial a comienzos de 1900, así nace la danza del candelabro usando el ritmo zaffa, éste ganó un papel de liderazgo en las bodas egipcias.

 
                                                                                         Shafika la Copta

                Dirigía sesiones de zar para las mujeres ricas. Y en 1917 viaja a Paris para bailar en la 1ª exposición de danza, baila con zapatos de oro y piedras preciosas, ganando el primer premio. Shafika se había casado con un hombre que la estafaba; se divorcia y conoce a un joven menor que ella a quien tuvo que abandonar por diferencias sociales. Entra en una terrible depresión, vende “Las Mil Y Una Noches” y parte a Túnez en donde se hace adicta a las drogas y al juego. En 1924 vuelve a Egipto enferma de Diabetes, vagaba por las calles y hablaba sola. Muere en 1926.

                Tras la revolución de 1952 que finalmente acabó con el control colonial de Egipto, los festivales, como Moulid, empezaron a servir como plataforma para el talento teatral y artístico. Por esta época la danza oriental cobró fuerza en los clubes nocturnos de El Cairo, Beirut y Argel.

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